CONCEPTO Y UTILIDAD

Todos nosotros lo hemos utilizo alguna vez cuando estuvimos enfermos, sea para tomar nuestra temperatura, la de un hijo o la de un amigo; nos referimos al termómetro. Aunque muchos no le den importancia a su aplicación, el termómetro nos a ayudado a restaurar y controlar nuestra salud como también distintas condiciones ambientas que puedan presentarse. Pero, ¿qué es un termómetro?.


El termómetro es un instrumento, como ya dijimos, que se emplea para medir la temperatura; la presentación más común que éste posee es en vidrio, este tubo de vidrio contiene en su interior otro pequeño tubo hecho en mercurio, que se dilata o expande de acuerdo a los cambios de temperatura que mida. Para poder determinar la temperatura que medimos, el termómetro cuenta con una escala graduada cuidadosamente que está estrictamente relacionada con el volumen que ocupa el mercurio en el tubo. Existen infinidad de gamas de termómetros, hoy en día podemos encontrar una presentación un poco más moderna de tipo digital, aunque el mecanismo interno no varía.

EVOLUCION

Se puede considerar que el primer instrumento para medir la temperatura fue el termoscopio, creado por Galileo Galilei en 1592. Consistía en un tubo de vidrio terminado en una esfera cerrada cuyo extremo abierto se sumergía boca abajo dentro de una mezcla de alcohol y agua; al calentar el líquido, este subía por el tubo y la altura alcanzada era una medida de la temperatura.

En el año 1714, Fahrenheit inventó el termómetro de mercurio y su uso se generalizó por ser este un metal líquido que responde con gran rapidez y fiabilidad a los cambios de temperatura. Se introducía el mercurio en un bulbo conectado a un tubo capilar de vidrio que incorporaba una escala graduada. La toxicidad de este metal llevó a la Unión Europea a prohibir su utilización en instrumentos de medida en el año 2007 y desde abril de 2009 ya no se pueden comercializar termómetros de mercurio en nuestro país.

Algunas aplicaciones industriales requieren el uso de aparatos especiales. Así para medir temperaturas muy elevadas (entre 700 y 3 200 °C) se utilizan pirómetros, aparatos que determinan la temperatura midiendo la radiación desprendida por el objeto caliente.

En los últimos tiempos se ha generalizado el uso de los termómetros digitales, que utilizan dispositivos electrónicos para medir la temperatura y luego mostrarla en un visualizador. Frecuentemente emplean un circuito integrado que incorpora un termistor, un semiconductor cuya resistencia varía con la temperatura. Su facilidad de manejo y adaptabilidad a rangos de temperatura muy diversos los ha hecho populares en los entornos más diversos, desde el doméstico a los científicos o tecnológicos.

FUNCIONAMIENTO

Termómetro, instrumento empleado para medir la temperatura. El termómetro más utilizado es el de mercurio, formado por un capilar de vidrio de diámetro uniforme comunicado por un extremo con una ampolla llena de mercurio. El conjunto está sellado para mantener un vacío parcial en el capilar. Cuando la temperatura aumenta, el mercurio se dilata y asciende por el capilar. La temperatura se puede leer en una escala situada junto al capilar. El termómetro de mercurio es muy utilizado para medir temperaturas ordinarias; también se emplean otros líquidos como alcohol o éter. Ver Capilaridad.

La invención del termómetro se atribuye a Galileo, aunque el termómetro sellado no apareció hasta 1650. Los modernos termómetros de alcohol y mercurio fueron inventados por el físico alemán Daniel Gabriel Fahrenheit, quien también propuso la primera escala de temperaturas ampliamente adoptada, que lleva su nombre. En la escala Fahrenheit, el punto de congelación del agua corresponde a 32 grados (32 ºF) y su punto de ebullición a presión normal es de 212 ºF. Desde entonces se han propuesto diferentes escalas de temperatura; en la escala Celsius, o centígrada, diseñada por el astrónomo sueco Anders Celsius y utilizada en la mayoría de los países, el punto de congelación del agua es 0 grados (0 ºC) y el punto de ebullición es de 100 ºC.

ORIGEN DEL TERMÓMETRO


El inventor del termómetro se estima que fue Galileo Galilei en 1592. Consistía básicamente en un tubo de vidrio, que en su parte inferior tenía una esfera en la que se introducía un líquido que al calentarse subía por el tubo. Al principio el material utilizado fue agua, pero notaron que llegado un punto ésta se congelaba (a los 0 grados Celsius o a los 32 grados Fahrenheit). De tal manera que el agua fue remplazada por el alcohol, que no sufre esa reacción.
Luego, en 1612, Santorre Santorio le introdujo una graduación numérica al invento de Galileo y le dio un uso medicinal. Por último, Gabriel Fahrenheit, en el año 1724, logra el primer termómetro a base de mercurio, perfeccionando así el “termómetro de Galileo”. Otros adjudican este avance a Torricelli, en Italia e incluso científicos dinamarqueses que habrían sido postergados por la fama de los otros. El que pasó a la historia será sin duda Fahrenheit, con su escala arbitraria que decidía que entre el punto de congelamiento del agua y el de hervor debían pasar 180 grados. Celsius vendrá después con su escala, también arbitraria, que ponía esa distancia en 100 grados. Esto sucedió en 1742.